Los niños experimentan un gran desarrollo en poco tiempo, tanto físico como mental. Normalmente el desarrollo va bien, pero a veces no es óptimo debido a diversas causas. Por ejemplo, los niños pueden sufrir todo tipo de pérdidas de movimiento o lesiones debidas a infecciones y alergias, intervenciones quirúrgicas o incluso chuparse el dedo, por ejemplo. Como consecuencia, esto puede afectar (negativamente) a su desarrollo. En ese caso, el tratamiento osteopático puede ayudar a menudo eliminando las restricciones de movimiento y las tensiones, lo que permite al niño volver a sentirse cómodo en su propia piel.

Hay varias dolencias en las que un osteópata puede ayudar; por ejemplo, dolores de cabeza, dolor abdominal, estreñimiento, dolor de garganta y problemas de oído, eczema y alergias. En niños con problemas de desarrollo motor y problemas de comportamiento y aprendizaje, la osteopatía también puede contribuir positivamente.

De niños a jóvenes adultos

Cada niño es único.

El cuerpo funciona como un todo. Si se producen problemas en cualquiera de los sistemas del desarrollo, puede afectar al desarrollo general del niño. Por lo tanto, cada niño requiere un enfoque y un tratamiento propios y únicos. Un tratamiento osteopático para un bebé o un niño consiste en técnicas de movilización suaves que los niños suelen encontrar agradables..

Indicaciones de niños a adultos jóvenes:

  • alergias
  • asma
  • dolores abdominales
  • problemas de concentración
  • eczema
  • problemas de mandíbula
  • deficiencia motora
  • enuresis
  • estreñimiento
  • dolor de cabeza
  • dolor articular
  • dolores crecientes
  • problemas de comportamiento y aprendizaje como hiperactividad, TDAH, ADD, dislexia, displasia
  • problemas de garganta, nariz y oídos
  • infecciones recurrentes del oído
  • escoliosis (espalda curvada)
  • lesiones deportivas
  • etc.

Tratamiento

La primera vez que visite a un osteópata con su hijo, se realizará una entrevista exhaustiva. Se le harán preguntas sobre las molestias y también sobre los antecedentes médicos y los hábitos de vida de su bebé o niño. A continuación se realiza una exploración física exhaustiva del bebé o niño.
La admisión, el examen y el tratamiento se adaptan específicamente a la etapa de desarrollo y la sensibilidad de su hijo. Cada niño es examinado individualmente para ver lo que puede soportar y lo que necesita. Al final de la toma de contacto y el examen físico, se comentan los resultados con usted y su hijo. Al tratar a los niños, el osteópata utilizará técnicas muy suaves para relajar el cuerpo con el fin de eliminar la pérdida de movilidad.
El osteópata también puede derivarle si hay motivos para ello. Se elabora el plan de tratamiento, tras lo cual puede empezar el tratamiento. El periodo entre tratamientos varía de una a varias semanas. Esto da tiempo a la capacidad de autocuración del cuerpo para alcanzar un nuevo equilibrio.
Buena preparación

Es importante que su bebé o niño se sienta cómodo y tranquilo antes y durante el tratamiento.
Le recomendamos que cuando venga con su bebé o niño traiga su chupete o peluche favorito. También le aconsejo que traiga un pañal de repuesto y posiblemente un biberón de leche maternizada. Los bebés suelen dejarse manipular muy bien mientras toman el biberón o el pecho.
Además, usted puede contribuir a que el tratamiento sea tranquilo diciéndoselo a su hijo de antemano y
hacerle sentir que el osteópata le tocará los pies, las rodillas, la pelvis, las manos, los brazos, el cuello y la cabeza. Y que esto no le dolerá.